("Las Banderas Olvidadas". Tito Mundt. Editorial Orbe, 2ª Edición, Santiago, Chile, 1965. Pág. 19-20)
Renovación, padre de la Democracia Cristiana
"El grupo universitario "Renovación" nació a la caída de Ibáñez. Sus dirigentes fueron Manuel Garretón, Bernardo Leighton e Ignacio Palma. De aquí salió más tarde la Falange Nacional, cuyo nombre lo tomó Manuel Garretón de la Falange Española, a pesar que no tenía nada que ver doctrinariamente con ella. Y más tarde, de la Falange nació la Democracia Cristiana.
"Naturalmente, era mucho más fuerte en la Universidad Católica que en la de Chile. Y la lucha se planteó con el grupo "Avance". Manuel Garretón parte a España el 34 y allí se siente fuertemente influenciado por Gil Robles y Angel Herrera. Robles acaba de fundar Acción Popular, que es el eje de la CEDA que tomará más tarde el Gobierno y que llevará al país a la Guerra Civil. Angel Herrera es el teórico y el órgano de batalla es "El Debate", diario admirablemente escrito. La técnica callejera es totalmente fascista y a Gil Robles se le llama "El Jefe".
"Algo de esto me cuenta Manuel Garretón en su casa de calle Alonso Ovalle al llegar a Lord Cochrane. Mientras tanto, Leighton vive modestamente en una pensión de la segunda cuadra de la calle Carmen, de donde va a salir llamado por Alessandri para ocupar, a los 27 años, el Ministerio de Trabajo al cual renunciara únicamente cuando se produce la quema de una edición de "Topaze". Bernardo era el ídolo de toda una generación y tenía en esos años infinitamente más fama que Frei. Tomic no figuraba en nada y el jefe indiscutible de todo el grupo, que más tarde formaría la Democracia Cristiana, es Garretón Walker.
"Leighton que estudiaba leyes, era ayudante de uno de los hombres más inteligentes que haya habido hasta la fecha en Chile, don Roberto Peragallo. Don Rafael Luis Gumucio, que había renunciado espectacularmente a "El Diario Ilustrado", del cual fue director durante años y donde mantuvo la feroz lucha contra Alessandri primero y más tarde contra Ibáñez, era el padre espiritual de la Falange. Fue Gumucio el que calificó a "El Diario Ilustrado" de "felón"."