Violaciones en el ejército de EEUU
POLÉMICA EN EL PENTÁGONO Plaga de violaciones en el glorioso Ejército de EEUU
El Periódico (Ed. Impresa) 24-02-2004
En un año y medio, 112 mujeres soldado han denunciado agresiones sexuales y se desconoce el número de las no denunciantes.
El mayor peligro al que se enfrentan las mujeres soldado de Estados Unidos que sirven en Oriente Próximo y Afganistán son sus propios compañeros de filas: en los últimos 18 meses un total de 112 de ellas han denunciado haber sido violadas o acosadas sexualmente por sus colegas, según admitió ayer el Pentágono, abochornado ante la más grave epidemia de abusos sexuales que ha sufrido el Ejército norteamericano en años. "Son los más jóvenes quienes, en su mayoría, cometen estos actos", explicó el miércoles el subsecretario de Defensa, David Chu, ante varios miembros horrorizados del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, que exigieron al Pentágono medidas drásticas en contra de estos "vergonzosos" abusos, tal y como los describió el republicano Saxby Chambliss. Según datos del Departamento de Defensa, el Ejército de Tierra ha recibido 86 denuncias de abusos sexuales que dieron pie a 14 consejos de guerra contra sus responsables. En la Marina se produjeron 12 casos, 8 en las Fuerzas Aéreas y 6 en los cuerpos de marines. Los mandos militares apuntaron como defensa que la mayoría de las denuncias fueron investigadas, pero los senadores cerraron filas con las víctimas, ya que, según el demócrata Ben Nelson, la cúpula militar estadounidense ni siquiera se ha escandalizado ante las denuncias. "Me trataron como si me lo hubiera inventado", denunció una de las afectadas que fue agredida en Irak. El pasado noviembre, al concluir su servicio de madrugada, fue golpeada hasta perder el sentido por un atacante a quien no pudo reconocer. Cuando despertó, estaba desnuda, atada y amordazada, y había sido violada, según se demostró posteriormente en un examen médico.
AYUDA PSICOLÓGICA: Aunque solicitó ayuda psicológica, se la negaron y, finalmente, fue transferida a otra unidad militar. "Mis superiores me fallaron, di cuatro años de mi vida al Ejército y me pagaron con una patada en la boca en mis horas bajas", arremetió la víctima, que incluso intentó suicidarse, tal y como explicó su madre, Barbara Wharton. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, ordenó una investigación sobre la oleada de abusos sexuales, cuyos resultados, previstos para mayo, se esperan con intranquilidad en la cúpula militar, ya que podría poner al descubierto muchos más incidentes de este tipo. La violación "no se denuncia en muchos casos", según el subsecretario Chu.