Nueva tésis antropológica presentada en un congreso científico realizado en Estados Unidos, señala que la desaparición de la especie debido a la llegada del hombre en la Tierra ya no se sostiene.
Los "primitivos" neandertales y los humanos "modernos" coexistieron en Europa durante miles de años y posiblemente compartieron la evolución en el arte, las herramientas, y el pensamiento, según una nueva teoría antropológica presentada hoy en Boston, en el congreso científico de la AAAS.
La hipótesis de que los neandertales fueron borrados del mapa por la llegada del hombre anatómicamente moderno ya no se sostiene, dijeron los arqueólogos en el congreso de la Asociación Estadounidense para el Avance de las Ciencias (AAAS).
Sin embargo, por alguna razón desconocida, esta especie desapareció hace 25.000 años y los humanos modernos (Homo sapiens) quedaron como señores de la Tierra después de casi 4,5 millones de años de evolución de los homínidos potenciales.
Geoffrey Clark, un antropólogo de la Universidad de Arizona, defendió hoy que algunas de las explicaciones dadas por la paleoarqueología sobre la sustitución de una especie por otra, podrían deberse a causas diferentes.
Se aludía, por ejemplo, a que la aparición del arte y de herramientas más perfeccionadas podrían ser la impronta de una civilización superior que aniquilara a la más primitiva de los neandertales.
Clark, sin embargo, cree que los cambios culturales y tecnológicos pudieron haberse dado en ambos grupos humanos y estar más relacionadas con un cambio en la densidad de población, una explosión demográfica al final de las glaciaciones.
El antropólogo es, además, partidario de considerar a los neandertales como una subespecie del Homo sapiens.
El hallazgo en 1999 en Portugal de los restos de un niño, a los que se atribuye una antigüedad de unos 24.500 años, reveló una combinación de características de los Neandertales y los humanos modernos que solo puede deberse a que ambas especies se hubieran entremezclado y solapado profundamente.
Mary Stiner, una arqueóloga que ha participado también en el debate "La Arqueología de los Orígenes de los Modernos Humanos", en el congreso de la AAAS de Boston, afirma que las pautas de caza estudiadas confirman la tesis de una explosión demográfica.
La investigadora reconoció que las razones que podrían explicar el incremento en la densidad de población humana en el Paleolítico Superior "no están claras".
Podría ser debido a un cambio en la mortalidad infantil, que permitiera a más individuos llegar a la edad adulta, precisó la arqueólogo que, sin embargo, descartó un período de bonanza debido a la recesión de los hielos.
Durante más de 200.000 años, la presencia del Homo neanderthalensis, que significa Valle del Neander, en referencia a la región de Alemania en que se encontraron los primeros restos, fue una constante en Europa y Oriente Medio.
En medio de ese periodo, pero unos 125.000 años, hizo su aparición en Africa el Hombre moderno.
La caza, y una alimentación más rica en proteínas pudieron haber proporcionado los motivos y los medios a esta especie para la colonización que realizó mediante una expansión a todo el mundo a través de Oriente Medio.
Mary Stiner asegura que el estudio de cavernas de la región del Mediterráneo ha proporcionado una clara evidencia de nuevas pautas de caza, que parecen confirmar la existencia de una mayor población hace unos 40.000 o 50.000 años.
La caza de tortugas y otros animales fáciles de capturar denota, en opinión de la especialista, que existían muchas más bocas que alimentar.
"Cuando se han sobreexplotado los recursos preferidos, no queda más remedio que recurrir a fuentes alimenticias inferiores", declaró.
Los arqueólogos que han debatido en Boston la coexistencia de los hombres de Neandertal con los humanos modernos rechazan la hipótesis de que la pujanza y mayor inteligencia del Homo sapiens desbancara a una especie que había sido hegemónica y creen que debe hablarse de un "complejo mosaico espacial y temporal" de influencias mutuas.
Tomado del