CANTO 6
Si aparecieran mil hombres perfectos, no me sorprendería,
si aparecieran mil cuerpos hermosos de mujeres, no me asombraría.
Ahora penetro en el secreto de la creación de las personas superiores,
que es el crecer al aire libre y el comer y el dormir con la tierra
Aquí hay espacio para un gran acto personal
(un acto que arrebata los corazones de toda la raza de los hombres,
su efusión de fuerza y voluntad anonada a la ley, y se mofa de todas las autoridades y de todos los argumentos que se le oponen).
He aquí la prueba de la sabiduría,
la sabiduría no se prueba definitivamente en las aulas,
la sabiduría no puede transmitirse por el que la posee al que no la posee,
la sabiduría viene del alma, no es susceptible de prueba, ella es su propia prueba,
se aplica a todos los estados y objetos y cualidades, y queda contenta,
es la certeza de la realidad y de la inmortalidad de las cosas, y es la excelencia de las cosas;
hay algo en la ingravidez de la contemplación de las cosas, que obliga a la sabiduría a dejar su refugio del alma.
Vuelvo a examinar las filosofías y las religiones,
ellas son acaso buenas en las aulas, pero pueden no ser buenas bajo las vastas nubes y junto al paisaje y a los ríos que corren.
He aquí el conocimiento,
he aquí el hombre concorde -él se da cuenta aquí de lo que hay en él,
el pasado, el porvenir, la majestad, el amor -si ellos no están en tí, tú no estás en ellos.
Sólo la médula de las cosas nutre.
¿Dónde está el que desgarra la envoltura por ti y por mí?
¿Dónde está el que hace las estratagemas y envolturas por ti y por mí?
He aquí la adherencia, no ha sido formada antes, viene a propósito:
¿Sabes qué es eso de ser amado por los desconocidos que pasan junto a ti?
¿Comprendes el lenguaje de esas pupilas que se mueven?
Walt Whitman
("Canto al Camino Real" en "Hojas de Hierba")