Descubren un fósil mitad rana, mitad salamandra
El descubrimiento del fósil de una "rana-salamandra" de 290 millones de años de antigüedad que relaciona a las ranas modernas con las salamandras podría resolver un antiguo debate acerca de la ascendencia de los anfibios, dijeron el miércoles científicos canadienses. |
( 22 de mayo de 2008)
Los anfibios modernos - ranas, salamandras y cecilias similares a los gusanos - se han mostrado un poco resbaladizos a la hora de mostrar su ascendencia evolutiva. Los agujeros en el historial de los fósiles que muestran la transformación de una especie a otra han provocado un extenso debate científico.
El fósil Gerobatrachus hottoni o rana anciana, descrito en la publicación Nature, podría ayudar a aclarar las cosas. "Es un eslabón perdido que se ubica justo donde termina el historial de fósiles de la forma extinta y comienza el de la forma moderna", dijo en el estudio Jason Anderson de la University of Calgary.
"Es una perfecta y pequeña rana-salamandra", indicó Anderson, que dirigió el estudio. Gerobatrachus cuenta con una mezcla de características de rana y salamandra, con huesos de los tobillos fusionados como los de las salamandras, un amplio cráneo similar al de una rana, y una espina dorsal que se asemeja al de las dos especies.
Gerobatrachus |
El fósil sugiere que los anfibios modernos podrían provenir de dos grupos, con ranas y salamandras emparentadas con un antiguo anfibio conocido como temnospondyl, y las cecilias relacionadas más de cerca con los lepospondyls, otro grupo de anfibios antiguos. "Las ranas y las salamandras comparten un ancestro común que está bastante lejos del origen de las cecilias", dijo Anderson.
El Gerobatrachus hottoni fue descubierto en Texas en 2005 por un grupo del Instituto Smithsonian entre los que estaba el fallecido Nicholas Hotton, que ha dado su nombre al fósil. El equipo de Anderson tuvo que trabajar duramente para quitar las capas de piedra y revelar la anatomía del esqueleto. "El fósil está casi completo", explicó. "Murió de espaldas. Sus patas estaban curvadas hacia arriba en su estómago, y esa es la parte que se ha perdido".
Aunque las opiniones científicas se mueven con lentitud, Anderson indicó que espera que el hallazgo confirma la opinión mayoritaria de que las ranas y las salamandras comparte un ancestro más moderno. "Creo que (los científicos) estarán muy contentos con esto como resolución", concluyó.