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Voces Americanas forma parte de "La Revista Espartako". Santiago - Chile 2024 Dedicada a Mi hijo Carlos Ernesto y a mi nieto Lucas Ir a Inicio

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ANTOLOGÍA VOCES AMERICANAS
  PRINCIPAL
  Ernesto Cardenal
  Alfonsina Storni
  Leopoldo Lugones
  Oliverio Girondo
  Roque Dalton
  Mario Benedetti
  Walt Whitman
  Edgar Allan Poe

Antologados por Carlos Martínez M.

   -  BIOGRAFIA  -  La Caricia Pérdida  -  Adiós  -  Alma Desnuda  -  Golondrinas  -  Razones y paisajes de Amor  -  Dos palabras  -  Llama  -  Yo en el fondo del Mar  -  Letanías de la Tierra Muerta  -  La Sirena  -  Soy  -  Queja  -  Frente al Mar  -  Tú me quieres Blanca  -  Volver a Voces Americanas


Razones y Paisajes de Amor


I AMOR Baja del cielo la endiablada punta Con que carne mortal hieres y engañas. Untada viene de divinas mañas y cielo y tierra su veneno junta. La sangre de hombre que en la herida apunta florece en selvas: sus crecidas cañas de sombras de oro, hienden las entrañas del cielo prieto, y su ascender pregunta. En su vano aguardar de la respuesta las cañas doblan la empinada testa. Flamea el cielo sus azules gasas. Vientos negros, detrás de los cristales de las estrellas, mueven grandes masas de mundos muertos, por sus arrabales. II OBRA DE AMOR Rosas y lirios ves en el espino; juegas a ser: te cabe en una mano, esmeralda pequeña, el océano; hablas sin lengua, enredas el destino. Plantas la testa en el azul divino y antípodas, tus pies, en el lejano revés del mundo; y te haces soberano, y desatas al sol de tu camino. Miras el horizonte y tu mirada hace nacer en noche la alborada; sueñas y crean hueso tus ficciones. Muda la mano que te alzaba en vuelo, y a tus pies cae, cristal roto, el cielo, y polvo y sombra levan sus talones. III PAISAJE DE AMOR MUERTO Ya te hundes, sol; mis aguas se coloran de llamaradas por morir; ya cae mi corazón desenhebrado, y trae, la noche, filos que en el viento lloran. Ya en opacas orillas se avizoran manadas negras; ya mi lengua atrae betún de muerte; y ya no se distrae de mí, la espina; y sombras me devoran. Pellejo muerto, el sol, se tumba al cabo Como un perro girando sobre el rabo, la tierra se echa a descansar, cansada. Mano huesosa apaga los luceros: Chirrían, pedregosos sus senderos, con la pupila negra y descarnada.

www.Espartako.cl Ciencias Sociales y letras

Creada en octubre de 2000 - 21 de Febrero de 2024 (Miércoles), Santiago, Chile

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