Luz y sombra
Unas pantuflas abandonadas
en medio de una desolada habitación vacía
y tus ojos se posan en un calendario
cuando ya nada esperas...
Sin embargo,
el juego de luz y sombras
sobre la acequia seca,
te hace evocar todavía
un tenue arroyo de otrora...
un pan tibio y su fragancia...
Mas te miras en un espejo opaco
y descubres que tu sombra deambula
en el empedrado de un viejo callejón
y te trepa un sentimiento de imborrables cicatrices...
Sin embargo,
tras la ventana abierta,
algo vuela,
un sueño quizás,
un sueño olvidado que retorna...
y asoman brotes tiernos
-diciéndome, diciéndote-
que quisieran humedecer estos versos
y hacerte sentir ese aroma
de albahaca y Noche Buena,
de noche buena y madre,
y extenderte las manos,
alzándose,
como esa pequeña moneda de pie
allá en una esquina de tu banco de escolar.
|