Víspera
Víspera del amor, vigilia lenta,
pero suave en su norma y en su fuego,
que hace sentir la caridad del ruego,
víspera de la paz en la tormenta.
En el viaje hacia tu alma, el tiempo cuenta
sólo para morir, inmenso y ciego,
porque tengo la fe de que ya llego
a la terrena gracia y luz atenta.
Si he de morir en esta noche y hielo,
-lágrima y gozo, cima de desvelo-,
bendigo la ternura de mi suerte
y olvido el prolongado, oscuro trance
pues triunfará el amor que alegre alcance
la aceptación serena de la muerte
(De "Del Amor Cautivo", 1946)
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