Marina
Tus ojos me han llamado.
Hacia ti has atraído mis deseos,
como la luna atrae
las olas de la mar.
Tus ojos buenos
me han dicho "ven, acércate" y en mi alma
las alas han abierto
los impulsos de amor, como gaviotas
que ya emprenden el vuelo.
En torno a ti, mi amada,
vuelan mis sentimientos
en ronda infatigable.
Pájaros de la mar parecen ellos.
Pájaros de la mar, que en dilatado
círculo giran, giran, sin sosiego.
Cuando las veas descender, acógelos
con amor y en silencio.
Deja a la banda de nerviosos pájaros
posarse sobre ti.
Seas en medio
del mar enorme, cual peñón desnudo
que brilla al sol. vibrante de aleteos.
POR LA ORILLA DEL MAR
A la caída del sol,
por la playa inmensa y sola,
de frente al viento marino
nuestros caballos galopan.
Es el horizonte de oro,
oro es la mar y oro arrojan
los cascos de los caballos
al chapotear en las olas.
En blancos grupos contemplan
caer el sol las gaviotas;
mas, al acercarnos, vuelan
en bandadas tumultuosas.
Pesadamente se alejan
sobre las revueltas olas
y abátense a la distancia
trazando una curva airosa.
Alcance pronto les damos
y ellas, de nuevo en derrota,
a volar, siempre adelante,
por sobre la mar sonora.
Por la arena húmeda y firme
nuestros caballos galopan.
Al fuerte viento marino
cabelleras y almas flotan.
A la caída del sol,
en la playa inmensa y sola
tu alma se entregó a mi lama,
tu boca se dio a mi boca.
No se sabe de qué hablar
cuando la emoción es honda.
por la orilla de la mar
nuestros caballos galopan.
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