Cartagena
Hermosa playa desnuda,
tendida en la soledad,
los brazos de tus riberas
se abrieron para abrazar...
y se quedó preso en ellas
todo el encanto del mar...
Hay que besarte de lejos
para sentir tu brillar;
turquesa orlada de espumas,
caracol azul, que el mar
escondió para sentirlo
suavemente murmurar...
Primavera azul de aguas
con orillas verde mar;
cerros que viven de brisas,
brisas con olor a sal,
sal que recogen los vientos
en un beso sobre el mar.
El sol nace rosa y nácar,
y se hace fuego al besar
la morbidez de las olas
que no se sacían jamás...
y en la última caricia
se confunde con el mar.
La tarde entorna los ojos.
La noche, en blando arrullar,
la mece en olas y espumas,
y allá... en la azul claridad,
el cielo suelta un encaje
de gaviotas sobre el mar...
El alma presa en las olas,
ni al cielo acierta a mirar;
hasta que, ávida, la luna
por extender su soñar...
hecha ensueño, luz y beso
se derrama sobre el mar...
La ilusión, por el sendero
de la luna, cruza el mar...
Flota la dicha perdida...
vuelve el amor a soñar,...
las espumas se hacen rosas
...y va cantando el rosal...
......................
¡Y creo cierto el ensueño!
Como luces de cristal,
los reflejos cantan, ríen,
...y no dejan recordar.
Todo se vuelve silencio...
Todo se vuelve cantar...
y me duermo en tus orillas
¡Caracol azul del mar!
"Del Largo Camino". 1938
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