A las inmaculadas llanuras
i. Dejemos pasar el infinito del Desierto de Atacama
ii. Dejemos pasar la esterilidad de estos desiertos
Para que desde las piernas abiertas de mi madre
se levante una plegaria que se cruce con el infinito del
Desierto de Atacama y mi madre no sea entonces sino
un punto de encuentro en el camino
iii. Yo mismo seré entonces una plegaria encontrada
en el camino
iv. Yo mismo seré las piernas abiertas de mi madre
Para que cuando vean alzarse ante sus ojos los desolados
paisajes del desierto de Atacama mi madre se concentre
en gotas de agua y sea la primera lluvia en el desierto
v. Entonces veremos aparecer el infinito del Desierto
vi. Dado vuelta desde sí mismo hasta dar con las piernas
de mi madre
vii. Entonces sobre el vacío del mundo se abrirá
completamente el verdor infinito del Desierto de Atacama
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