Victoriano Vicario fue un destacado poeta chileno (nacido en 1911 y fallecido en 1966), cuyas letras navegaron por los temas del mar con toda la fuerza y valentía de sus hombres. Aunque su vida parecía transcurrir en las calles de un Santiago mediterráneo y neblinoso, en realidad, su imaginación se perdía en territorios mucho más allá del horizonte. En sus poemas, dejaba caer el fabuloso compás que las palabras enseñan en cada verso y en cada ola que se desborda.
Victoriano Vicario vivió en un aparente silencio y una apacible soledad. Sin embargo, su voz poética resonaba con majestuosa temeridad en aguas que a veces eran tranquilas. El amor lo perseguía en epopeyas veloces por caminos ebrios y nunca antes vistos, que el bardo hacía suyos en la luz de sus cantos.
El escritor Arturo Aldunate Phillips, Premio Nacional de Literatura en 1976, tuvo un encuentro fortuito con Vicario en 1936. Un libro de poemas titulado "El lamparero alucinado" apareció misteriosamente sobre su escritorio, obra de Vicario. Resultó que el poeta trabajaba bajo el piso de la oficina de Aldunate, en el subterráneo del edificio, encargado del mantenimiento de las máquinas de escribir. Con el propósito de obtener una opinión literaria de su jefe, Vicario dejó su libro en su escritorio.
Impresionado por la calidad del poemario, Aldunate Phillips elogió la obra en la prensa capitalina y estableció una amistad con el poeta. Vicario, agradecido, se presentó en persona en la oficina de su jefe, rompiendo así los moldes de la convivencia habitual en la empresa.
Victoriano Vicario fue uno de los más destacados exponentes de la generación poética del 38, también conocida como del Frente Popular. Escapó de la influencia del romancero español y se acercó a la esencia de la poesía a través de sus numerosas lecturas, especialmente del poeta lituano Lubicz Milosz. Sus obras "El lamparero alucinado" (1936) y "Fábula de Prometeo" (1942) son testimonios de su trabajo lírico.
Bajo el mecenazgo del poeta porteño Jacobo Danke, Vicario encontró el impulso para publicar su primer libro. Ambos compartían la pasión por el mar y dejaron impregnadas las páginas de sus poemas con la esencia de sus aventuras marítimas.
En sus composiciones, Victoriano Vicario nos dejó un mensajes en una botella.