Cosa Pasada
De los pasados barullos
¿recuerdas, mi buena esclava,
los tiempos de amor y arrullos
cuando mis labios mojaba
en la sangre de los tuyos?
¡Largas noches en tu pieza!
Noches de lluvia y de barro...
¡Cuántos sorbos de cerveza
tornó amargos la tristeza
que salía del cigarro!
Recuerdo todo; la tos
y aquellos tiempos de crisis,
cuando en el nombre de Dios
la melancólica tisis
se interpuso entre los dos.
Todo. El bullicio grosero
del baile, del salón cercano,
y aquel valse lastimero
que sollozaba en el piano...
La pieza en que ofrecías
caricias, lecturas y bock,
y en la que siempre tenías
un tomo de poesías
y un libro de Paul de Kock.
Y aquella obra chocarrera
que no pasó del preámbulo,
cuyo largo título era:
"Amores de una ramera
con un poeta noctámbulo".
Tú, soñabas con alhajas...
Yo, soñaba con Ofelias...
Mientras tendido en la caja
te leía en voz muy baja
"La Dama de las Camelias".
Y besaba en mis empeños
tus carnes de rosa-the,
carnes de tintes sedeños,
más pálidas que los sueños
de Margarita Gautier
¿Y te veré? Mudo, tierno,
iré un día a ese país...
¿Cuándo será el viaje eterno?
Tal vez en tiempo de invierno
y en un día triste y gris...
Y habrá con mi triste esclava
noches de amor y de arrullos
y mojaré cual mojaba
mis labios de ardiente lava
en la sangre de los tuyos.
(De "Alma Chilena, 1912)
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