Bella durmiente del siglo XX
Elle avoit eu le temps de songer..."
Charles Perrault.
¿En qué soñaba la Bella Durmiente
en su sueño que duró cien años?
¿Soñaba con la música muda
de los polvorientos oboes,
o con el hervir de las ollas
que las cocineras descuidaban?
¿Soñaba con los trabajos
de su hermana la Primavera
que sin esfuerzo le preparaba
el encaje de los duraznos
para su boda interminable?
¿O con aquellos dedales de oro
que ella olvidó entregarle
para que la amaran las agujas?
Tal vez soñaba que era una cierva
y que el cocinero piadoso
la hería para salvar a una nuera de una Ogresa.
O soñaba que su hijo era el día
y que la aurora era su hija
y que su abuelo era el tiempo
que pretendía devorarlos.
Tal vez soñaba con bosques
donde no habrá ardillas ni lobos,
ni príncipes que pierden su camino
ni niños que crean en hadas.
Tal vez soñaba con los tiempos
donde se preguntará qué es un pájaro
y donde la luna será sólo
una moneda inservible.
Amigo, no preguntes nunca
en qué soñaba la Bella Durmiente,
que este refrán te lo recuerde:
no hay mejor despertar que el sueño.
(De "Para un pueblo fantasma", 1978)
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