Floridos de redes triviales, llenos de pupilas, llenos de pupilas verdes y gente robusta, los pueblos marinos sueñan, sueñan, sueñan fumando la pipa añeja de las brumas sobre los acantilados rotundos, sobre los acantilados rotundos y las costas tranquilas, modestas, calladas y medicinales.
¡Cuán lejanos están de la vida, cuán lejanos!.. la tonada monumental de las olas continuas, continuas, continuas y múltiples, llena de ruidos GRANDES su actitud... caracoles, caracoles sonoros como pianos gigantes caracoles sonoros como pianos gigantes...
Pegados a las rocas egregias como templos. como niños, como cantos agarrados, agarrados como moluscos agarrados a la energía. a la energía permanente de las piedras, los pueblos marinos cantan los pueblos marinos, los cánticos del horizonte, las tardes augustas, las aves inquietas, las albas, la novela de los MARINEROS y los barcos trágicos, los romanticismos de la niña, la esposa y los pañuelos lo mismo que errantes alas que uniesen las tierras mar!.. !.. !..
¡¡¡Gestos de países, gestos de países desconocidos, son de viajes tienen los pueblos marinos...
(De "Los Gemidos", 1922)